lunes, 15 de diciembre de 2008

A la espera de la "fórmula mágica".

¡Siéntate a esperarla y algún día quizás, no llegue!
O trabaja para encontrarla.
Hace años que vienen pasando alumnos por los talleres y muchos sienten la necesidad que se les pase de una vez por todas la gran “Fórmula” para hacer diseño. Los otros, "los superados", piensan que saben todo lo que hay que saber. Cuán lejos de la realidad, los unos y los otros…

El comentario que les hago no los satisface: -“La realidad es muy distinta no es una sociedad de Diseñadores y muchas cosas que se realizan, la gente común no las entiende, la profesión es difícil está muy mezclado y desacreditado el Diseñador porque hay muchos que trabajan de ello pero ni siquiera lo son y que la única fórmula es: el trabajo conciente a partir de una búsqueda curiosa, analítica, crítica, creativa, funcional, pensando en quien lo utilizará”.
¿Es esto una utopía tratar de conseguirlo? Creo que no, es un propósito posible de lograr…

Tiene que ver con los saberes aprendidos y aprehendidos, la capacidad de relacionar e integrar, la comprensión de la persona, el conocimiento del contexto social, la historia, la tecnología y la ética. Mucho más que con los contenidos adquiridos, hasta ahora, en las materias de la carrera.

¿Alguno puede creer que las materias en un plan de estudios y sus contenidos son arbitrarias? ¡Seguro que no! Entonces… ¿Cuándo es el momento para la revisión y su modificación?

¡Sí el cambio de plan! ¿Todavía se puede pensar que no hay necesidad de reformularlo? ¡Por favor!

Miren el alrededor, y si no recuerden los últimos 10 años solamente, todos los cambios sociales, económicos y culturales por los que pasó el mundo y en particular nuestro país y todos los que vamos a pasar, nada más que en un futuro muy cercano.

¿Qué preparación tiene el alumno de la carrera para afrontar esta demanda?
¿Lo educamos para la capacitación permanente? ¿Para el aprendizaje significativo? ¿Para la dinámica de la disciplina? ¿Para la prospección en el campo profesional? ¿Para la adaptación al cambio? ¿Para la readaptación a los nuevos espacios profesionales? ¿Y para mejorar y defender la jerarquía de su profesión?

¿Quién le enseña estos temas al alumno universitario?
La Facultad es dónde debería aprenderlo.

Todavía resuena el eco de las palabras muchas veces escuchadas “El alumno, después que termina su carrera, necesita por lo menos 10 años para desarrollarse como profesional”, que me desmientan si no es así…

Pero si los contenidos fuesen más adecuados a lo que el contexto social NECESITA tomando en cuenta la función y se lo ubica en el lugar adecuado, y no vaya de una propuesta elitista a una solución vulgar y/o despectiva.
Entonces estaremos dando con la fórmula:
“Una cabeza llena de curiosidad, pensante, imaginativa que desarrolla ideas, con los pies puestos en la tierra, las manos produciendo aquello que sirve y se necesita y demás está decirlo muchas horas sentado en una silla”.

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